"Ojos que no ven, corazón que no siente"
Las ofensas hay días que llueven. Son formas de responder. A veces se hacen consciente pero otras, sin habernos dado cuenta de la sensibilidad del otro.
Hay veces que el otro somos nosotros. Y se trata de la sensibilidad que tengamos para que una ofensa nos afecte. La sensibilidad de las personas se puede herir, podemos ser cuidadosos y cuidadosas con el prójimo; y es un hábito que a veces se practica, pero en la medida justa, ya que cuando tu te esfuerzas por cuidar de la sensibilidad ajena, basta para que venga otra persona que no tenga cuidado con la tuya, y zas! es como si te arrebatasen las ganas de ser la única persona que cuida al otro. Así que, a veces ya no se si hay que cuidarla por hipocresía, por convicción o simplemente no cuidarla... pero eso si, al menos ya se que debo estar atenta porque tarde o temprano siempre llega una ofensiva. Y para mi sensibilidad quiero que esté atenta para que sepa calar cualquier mala intención. Las ofensivas llegan como si la vida fuera una guerra.
Por mi experiencia creo que las personas mas sensibles son siempre las que más se esfuerzan en no ofender, porque lo que les daña es que se reprimen pero que luego a ellas no siempre se les trata como ellas han tratado. Así que se ofenden porque a menudo se sienten decepcionados por la gente que no se esfuerza tanto por no ofender sino que por el contrario, por lo que parecen esforzarse es en idear alguna ofensiva para incordiar a alguien y reírse luego de su sensibilidad lastimada.
Cada persona debería hacer una lista de experiencias en su vida en las que se haya sentido ofendida. Seguro que alguien le ha decepcionado alguna vez, y también seguro que la decepción no sería perceptible si alguna vez no hubiera hecho para favorecer a esa persona.
También debería de hacer una lista de circunstancias en las que a propósito haya querido ofender a alguien por diversión, y si nunca lo hizo, experimentarlo alguna vez, porque si lo experimenta, se liberará de vivir siempre intentando favorecer a otros. Es decir lo que se pretende es que no siempre las mismas personas oprimidas vivan en la opresión sino que experimenten a oprimir a otros. También para para dejar de ser tan sensible a las ofensivas de otros.
Pero lo delicado es no saber que se está jugando. Cuando no se sabe que están jugando contigo todo se vive de una forma más inmadura. Pero sabes que las ofensivas todo es parte de un juego, ya no hay porqué tomárselas tan a pecho, solo aprender a jugar bien los roles. No creo que se trate de estar invadiendo tú todo el tiempo para perjudicar por perjudicar, pero sí practicar ofensivas, cuando las leyes se brindan a tu favor. Ahí es cuando se puede atacar bien. Además que cuando alguien te ataca porque no jugabas a favor de la ley, no te lo tomes a mal, porque es como si te hiciera una crítica constructiva. La verdad es que siempre que se juegue a este juego, viene bien saber algo de leyes.
Lo bueno de la sensibilidad de las personas cuidadosas, es que también son buenas porque se han hecho fuertes, creo que son mas fuertes que las personas no cuidadosas: Creo que la fortaleza se debe a que del mismo modo en que aprenden a jugar, son conscientes que es un juego, y también saben perdonar.
Yo he tenido siempre problemas con mi hermano, y la ley era machista porque la imponía la matriarca que era mi madre. Por eso me podían ofender y reírse de mi hasta llegar a un punto donde han logrado estigmatizarme. Me han llegado a diagnostica trastorno de personalidad. Sin embargo nunca he avandonado del todo el juego. La vida continúa, las leyes van cambiando. Por suerte puedo ver que existen otras leyes por las que persuadir en cada ofensiva. Y lo divertido es ver como se retiran. Que se retiren es como haber vencido. Pero yo también perdí batallas.
Jo, no sabía que estudiar historia me iba a influir de esta forma como para que me inspire a escribir mis conflictos de convivencia. Pero me alegro poder ver estos puntos de vista: Señal lo los conocimientos que he ido adquiriendo durante los años de experiencias bélicas aunque sean a nivel personal.
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